El espíritu de Santa
Me repantigué en el asiento del acompañante de nuestro viejo Pontiac porque era la forma en que uno «debía» sentarse cuando está en cuarto grado. Papá iba al centro a hacer compras y yo lo acompañaba. Al menos eso es lo que le había dicho; en realidad tenía que hacerle una pregunta importante que me … Leer más