El pensamiento puede generar una gran tormenta interna o la suave calma de un lago.
Eso depende del grado de tolerancia que el ser tiene.
La tolerancia es una cualidad que todos tenemos en una medida u otra.
La vida, como una buena universidad, da exámenes de tiempos en tiempos para probar nuestro grado de tolerancia y aumentarlo.
Cuando viene una gran tormenta en la mente, es en este momento que debo atarme a la idea de que soy un ser de paz por excelencia y esta tormenta es pasajera.
Necesito ubicarme en el centro del huracán, a través de entender lo que está pasando.
Pues, la maravilla de la naturaleza es que en el centro del huracán hay la misma calma de un lago.
Lo mismo sucede con la naturaleza humana.
Rula, rula, ruliña