Suelo realizar un desayuno casi todas las semanas con un viejo anarquista de más de ochenta años. Me gustan las charlas con él porque te hace reflexionar desde otros puntos de vista.
Hoy en el #DesayunoconmiAmigoMario hemos habla de las situaciones que nos acontecen y especialmente como de nuevo el concepto de «masa» vuelve a estar de moda. Por una u otra razón hemos acabado con una cita de Gustave Le Bon, en concreto la que aparece al final de este artículo.
No sé si por el calor que comenzaba, si por el café o los churros acabamos comentando que las masas no tienen sed de verdad y tienden a rechazar los hechos que no les agradan. En cambio, se sienten atraídas por los errores que les fascinan y les cautivan. Aquellos que son capaces de manipular y engañar a las masas tienen el poder de convertirse en sus líderes y controlarlas a su antojo. Por otro lado, aquellos que intentan revelar la verdad y desilusionar a las masas se convierten en sus víctimas, pues son rechazados y no logran ganar su confianza.
Esta cita de Le Bon refleja la idea de que las masas pueden ser influenciadas y manipuladas fácilmente, ya sea mediante la distorsión de la verdad o a través de la explotación de errores y prejuicios. Su mensaje nos insta a reflexionar sobre la importancia de la educación y la crítica constructiva como herramientas para evitar caer en la manipulación y promover un pensamiento más racional y basado en hechos.
¿Sería por el café, por los churros, por el calor? ¿O por la campaña política y los «sesudos» que la están deliniando?