Todos aquellos que tuvimos discos de vinilio y tocadiscos nos acordamos que era lo que pasaba cuando un disco se rayaba. La aguja saltaba una y otra vez repitiendo lo último grabado y escuchado.
Esta técnica de comunicación asertiva se utiliza para repetir una y otra vez un argumento, que previamente hayamos pensado y hecho «nuestro». Normalmente es para ejercer el NO.
Es un no que apoya al punto de vista que se tiene hasta que la otra persona se dé cuenta de que no va a lograr su objetivo.
Muchas veces he utilizado el modelaje en una sesión para que la persona que está haciendo la consulta se vaya con la tarea. Otras veces les he pedido que lo hagan delante de un espejo y últimamente que se graben y lo vean. Con adolescentes les he dicho de pasar el video en familia o con amigos para que les puedan dar una retroalimentación.
Pasos a seguir:
- Pensar con calma el argumento del no. Es importante pensar en la frase que voy a utilizar.
- A la hora de realizar el No, es primordial mantener la calma. Porque en esta técnica se juega tanto con la comunicación verbal como la no verbal.
- Es importante «conocer nuestro lenguaje corporal en esta situación»: los gestos tienen que ser rotundos y pausados.
- Mantener la frase y el argumento, aunque sea varias veces.
Con personas con «difucultades (cuando no con adicciones)» suelo trabajar una frase del estilo: Gracias pero … lo estoy dejando, no quiero seguir bebiendo, consumiendo, … porque … (tal cosa para mi salud)..
Pero lo mismo podemos utilizar para otro tipo de situaciones, por ejemplo no quiero ir al cine un día determinado:
- Te agradezco que hayas contado conmigo par ir al cine pero hoy tengo que estudiar porque mañana tengo un exámen.
- Llamada por teléfono del vendor/a de tu turno
- Le llamo de … ¡Gracias pero no me interesa!
- Es una oferta que no puede rechazar. ¡Gracias pero no me interesa!
- Ud. está pagando de más y nosotros… ¡Gracias pero no me interesa!
El no salirnos de nuestro mensaje impide que la otra persona ejerza presión y “encuentre puntos de vulnerabilidad” por los cuales podríamos ceder a sus demandas.
Por cierto en el ejemplo que estamos explicando, colgar el teléfono después de tres o cuatro ¡Gracias pero no me interesa! no es descortesía.