«Sometido a test de laboratorio» «Indicado por expertos», …
Son palabras que nos inspiran confianza, pero dichas en un contexto determinado puede que no indiquen absolutamente nada o por lo menos algo de lo que nosotros «creemos imaginar».
El lenguaje de la propaganda está lleno de estos pequeños trucos que juegan con nuestras aspiraciones hay quien «caritativamente» nos está vendiendo la moto porque son palabras que nos inspiran confianza. Y nosotros aceptamos lo que nos dicen sin examinar nada de lo que realmente nos están contado.
Es posible que haya algún experto detrás de lo que nos están vendiendo, pero a lo mejor no es un experto del campo del producto, por ejemplo puedo ser doctor en educación y si salgo expresándome de la «sociología del mus» y me ponen solo que soy doctor, no están mintiendo, soy doctor, pero de sociología del mus entiendo lo que puede entender el «lucero del alba».
Pasa también con las encuestas que nos dicen lo que quieren que digan sin darnos la ficha técnica.
Y en cuanto a productos de alimentación, belleza, etc. no solo estamos comprando el producto en sí, sino también la ilusion que no es nocivo, sino incluso necesario para nuestra «vida».
Por eso es importante hacernos preguntas a la hora de comprar cualquier mercancía… porque los expertos son, como dice un buen amigo, «tipejos que vienen de fuera».
Para los padres, cuando nuestros hijos nos piden salir a algún sitio y nos dicen que somos malos padres porque los padres de fulanito o menganito los dejan salir… Ya sabéis lo que significa «dar a entender».
Buen Trabajo