Existen momentos en la vida de las personas en los que los astros parecen conjugarse en una única dirección. Me explicaré.
Puesto que me traslado por la ciudad en autobús me da tiempo para sentarme y releer algún libro. Con los hechos que estan ocurriendo por estos lares se me ocurrió volver a releer uno de María José Lacalzada de Mateo: «la otra mitad del género humano: la panorámica vista por Concepción arenal (1820-1893)» de 1994, editorial: Universidad de Malaga.
Y justo hoy ha vuelto a llegarme una de esas cadenas que hablan de la educación de las niñas en un país determinado, que no voy a nombrar. Parecen que los astros se iban conjugando. Y al final así ha sido.
Una madre de una adolescente que está en psicoterapia conmigo me manda un documento de su país natal: Brasil. Ese documento es una tesis doctoral sobre la constucción de las subjetividades femeninas. En los párrafos que acompañan el documento me dice que este contiene alguna de las ideas que yo le había expresado sobre temas que han ido saliendo en la psicoterapia sobre su hija.
Cuando he leído esa tesis, sin pararme mucho, me ha sorprendido ver citadas cuestiones de Don Gumersindo de Azcaráte, y en concreto algo sobre la «instrucción de la mujer» y que María José Lacalzada también transcibe en su libro (1).
Transcribo (2):
Es útil la obra de la instrucción de la mujer, porque la vida social es un inmenso
organismo, cuyas partes se corresponden é influyen, y por lo mismo, procurar instrucción á la mujer, es poner en sus manos una palanca poderosa para que contribuya á la educación general, y mejorar la educación, ha dicho Leibruitz, es mejorar el linaje humano.
Gumersindo de Azcárate Instrucción para la mujer, 1º de marzo de 1882, p.2
(1) Por cierto que para este artículo el autor solicita unas notas a Doña Concepción Arenal para la realización del mismo, ver el libro que estoy releyendo (pág 66)
(2) se puede descargar el artículo de: http://hemerotecadigital.bne.es/results.vm?q=parent%3A0003749839&s=0&lang=en, visitado el 1/5/2018