Estamos acostumbrados a percibir la realidad con «las gafas que nos han dado» o que hemos ido construyendo a lo largo de nuestra vida que se nos escapan múltiples matices.
En el trabajo con cuentoterapia te sorprendes de lo que «los otros» (tus compañeros) pueden percibir de un mismo cuento. O como un cuento que nos contaron puede ser visto desde otra perspectiva. Este es el caso de Caperucita desde los ojo del lobo (http://cuentoterapia.wordpress.com/2013/11/04/caperucita-roja-desde-los-ojos-del-lobo/).
Vi la primera redacción del mismo allá por el final de 1.994, en el primer taller de cuentoterapia.
Ahora lo dejo aquí, que sea de provecho.