Orientación
En la jungla, necesitamos una brújula que nos oriente; en la vida diaria, precisamos de un propósito que nos lleve adelante.
¿Por qué estoy aquí? ¿Qué estoy haciendo en este lugar?
Todas estas respuestas se contestan con descubrir el propósito interno que tengo.
Como ser humano que soy, no tengo un instinto relacionado a la naturaleza como la mayoría de los animales.
Pero, tengo un propósito de vida que me guía hacia mi destino. Es mi brújula que muestra el camino que debo seguir.
Al fallar en seguir las orientaciones de mi propósito, que se manifiestan a través de sensaciones de contenamiento y plenitud, entonces entro en una jungla donde cosas negativas pueden suceder, a cualquier momento.
Debo tomar cuidado de no perder esta orientación de mi propósito personal.
¿Cómo decir las cosas?
Cómo decir las cosas
Una sabia y conocida anécdota dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes.
Después de despertar, mandó llamar a un Adivino para que interpretara su sueño.
-¡Qué desgracia Mi Señor! -exclamó el Adivino- Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.
¡Qué insolencia! -gritó el Sultán enfurecido- ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡¡Fuera de aquí!!!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro Adivino y le contó lo que había soñado.
Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
-¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes.
El semblante del Sultán se iluminó y con una gran sonrisa…
…ordenó que le dieran cien monedas de oro al segundo Adivino.
Cuando éste salía del palacio, uno de los guardias le dijo admirado:
-¡No es posible!. La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que la del primer Adivino. No entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
-Recuerda bien amigo mío – respondió el segundo Adivino – que todo depende de la forma en que decimos las cosas…. uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse.
Rula, rula … ruliña