Si alguien a tu lado se queja de la vida, respóndele con palabras de aliento…
No aumentes la tristeza a quien siente ya demasiado el peso de sus problemas…
Si alguien se queja de la vida, procura hacerle ver los lados buenos de la existencia…
No contribuyas con tus propias quejas a aumentar el desaliento de tu compañero…
Reanímalo con esperanza y ánimo sereno, con palabras de incentivo y de coraje…
Si comienzas a sentir fatiga por exceso de trabajo y por tus responsabilidades, haz ejercicios de percepción en los que no analices nada: Sitúate frente a un árbol y obsérvalo en paz, recorriendo sus ramas, hojas y flores, sin pensar en nada más. Disfruta de la belleza de sus formas naturales.
Míralo con atención tranquila, feliz y agradecido de contar con él. Puedes hacer lo mismo con un lago, un río, las nubes o un ramo de flores.
1. Nunca prives a nadie de la esperanza; puede ser lo único que una persona posea.
2. No tomes decisiones cuando estés enojado.
3. Cuida tu postura física.
4. Nunca hables de negocios en un elevador.
5. No pagues un trabajo hasta que esté concluido.
6. Cuídate de quien no tenga nada que perder.
7. Aprende a decir “no” con cortesía y presteza.
8. No esperes que la vida sea justa.
9. No dudes en perder una batalla, si esto te lleva a ganar la guerra.
10. Sé atrevido y valiente.
11. No aplaces las cosas. Haz lo que es preciso en el momento preciso.
12. No temas decir “no sé”.
13. No temas decir “lo siento”.
14. Elogia a tres personas cada día.
15. Contempla el amanecer por lo menos una vez al año.
16. Mira a los ojos a las personas.
17. Di “por favor” con frecuencia.
18. Gasta menos de lo que ganas.
19. Trata como quisieras que te trataran.
20. Haz nuevas amistades y cultiva las viejas.
21. Guarda los secretos.
22. Reconoce tus errores.
23. Sé valiente; si no lo eres, finge serlo; nadie advierte la diferencia.
24. Utiliza las tarjetas de crédito solo por comodidad, nunca por el crédito.
25. No engañes.
26. Aprende a escuchar. A veces las oportunidades tocan muy quedo a la puerta.
27. Elabora una lista de las cosas que desees experimentar antes de morir, llévala en tu cartera y consúltala con frecuencia.
28. Haz oídos sordos a los malos comentarios.
29. Las ideas buenas, nobles y capaces de cambiar el mundo provienen siempre de una persona que trabaja sola.
30. Cuando entres a algún lado, el que sea, hazlo con determinación y confianza.
31. Cuando tengas un limón, siempre procura hacer con él una limonada.
32. Ten un perro, pero no permitas que moleste a los vecinos.
33. Recuerda los cumpleaños de los demás.
34. Canta en la ducha.
35. Utiliza el dinero ahorrado.
36. Presta sólo los libros que no te importa recuperar.
37. Elige con mucho cuidado al compañero (a) de tu vida.
¿No sería maravilloso tener un día libre de preocupaciones?
Sólo imagina cuán creativo, productivo y efectivo podrías ser si no estuvieses plagado de constantes y fastidiosas preocupaciones.
El hecho es que puedes tener un día libre de preocupaciones, todos los días. Preocuparse no es una conclusión inevitable, es simplemente una más de las muchas maneras en que uno puede responder a sus propias circunstancias.
El problema con las preocupaciones es que tienen un precio muy alto, pero no logran nada en absoluto.
Y son totalmente innecesarias.
Ciertamente habrá cosas que te afectarán.
Claro que debes estar adecuadamente preparado para enfrentar la realidad de tu situación. Sin embargo, preocuparse nunca sirve de nada.
Cuando te descubras comenzando a preocuparte, detente. Enfoca rápidamente tu energía en otra cosa.
Planifica, considera las posibilidades, pon manos a la obra, y deja atrás tus preocupaciones. Será una enorme y positiva diferencia.
Rula, rula … ruliña