Un poema de Pablo Neruda

A veces buscando una cosa, descubres como por ensalmo otra que te atrapa hasta en lo más intimo y no te deja concentrarte en la primera tarea. Decides por tando dejarte abandonado en esta nueva y relees tranquilo, reposado, lo que acabas de encontrar y decides, en un instante de luz, compartirlo, … y aquí va.

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos quedandote dormida.

Pablo Neruda
Soneto XVII

Rula, rula, … ruliña

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