Amig@ caminante, ¡cuánto tiempo ha pasado!
Es verdad. Como te he escrito tantas veces el camino se hace largo, a veces fatigoso, interminable. Otras veces se hace en zig zag, pero se sigue caminando porque el calor que produce el contacto con otr@ caminante es lo que nos hace vivir. VIVIR con mayúsculas y en todo tiempo y lugar.
Aunque parezca que no estamos, seguimos con nuestro espíritu en otr@s caminantes y ello hace que perduremos.
En este tiempo, en el que parece que por «real decreto» tenemos que caminar o compartir con otros, reinvindico la libertad de hacer o no el camino.
Y como ha sido hecho por mi hoy.
Por que me ha dado la «real gana». Lo importante es hacer aquello que deseamos hacer y que nos salga del corazon.
Si tu quieres, la comunicación no se corta y sigue avanzando. Toma mi mano amig@ caminante que pronto seguiremos, despacio o rápido el camino.
Animo y adelante…
Rula, rula … ruliña